miércoles, 15 de mayo de 2024

La humanización de las mascotas y la deshumanización del hombre

Edgar Allan Poe "El Gato Negro"

La humanización de las mascotas y la deshumanización del hombre


Edgar Allan Poe (1809 – 1849) considerado uno de los grandes genios de la literatura del siglo XIX, poeta crítico y periodista romántico Estadounidense de gran reconocimiento literario, precursor del romanticismo oscuro, así también novelas policíacas y novelas de terror; sus escritos más comunes trata sobre la muerte involucrado en asuntos trágicos; Poe fue muy bueno en la creación de personajes psicópatas, individuos inteligentes y que eran conscientes de sus actos, pero no se compadecían de sus víctimas tal como se evidencia en el cuento “El gato negro” en la que narra la historia de un hombre que altera de a poco su personalidad a causa del alcoholismo donde es capaz de ejecutar los actos más crueles e inhumanos sobre los suyos, publicada en el año 1843, este es uno de los buenos relatos de terror psicológico de Poe ni muy corto ni muy extenso que fue conocido en mediante el periódico Saturday Evening Post de Filadelfia, que sorprendió a sus lectores con una escalofriante narración terrorífica anteriormente nunca presentada.

El protagonista de este cuento nos narra la decadencia que sufre el hombre producto del alcoholismo, que fue transformando gradualmente su personalidad, que pasó de ser una persona con un inmenso aprecio por los demás animales a odiarlos terriblemente, tanto así que este amor que surgió durante su infancia, que se prolongó hasta su adultez y que además se vio fortalecido al encontrar una compañera con el mismo amor, con el mismo aprecio y con el mismo anhelo de ser la luz que abrigue e ilumine a estos seres. A pesar de ello, vemos  que esta luz tan protectora que en un principio iluminó y abrigó se fue apagando producto de este vicio (alcohol), que lo transformó en un hombre cruel y perverso. Tanto así que una noche llegando a casa después de haber estado en un bar, se cruza con su mascota favorita, un gato negro llamado Plutón, trató de cogerlo, pero este lo evadía, esto provocó en él un ataque de furia que lo hizo tomar al gato con fuerza y sacarle un ojo con una saca plumas que guardaba en su bolsillo. Posteriormente este colgó al gato en un árbol y lo ahorcó hasta matarlo, sin embargo su furia y perversidad no se saciaron, así que provocó un incendio quemando al gato dentro de su casa; saciada su furia pero no su perversidad, este intento ahogar su culpa con alcohol y remordimiento en bares, cantinas y tabernas, hasta que un día se cruzó un gato negro tan idéntico a Plutón que incluso cuando lo examinó a detalle curiosamente también le faltaba el mismo ojo que a su fenecido y carbonizado gato, por lo que decidió adoptarlo y lo llevó a su casa, donde trato de darle los mejores cuidados para así de alguna forma remediar la culpa del anterior crimen; sin embargo en una ocasión cuando estaba en dirección al sótano el gato se enredó entre sus piernas haciéndolo perder el equilibrio por lo que casi cae por las escaleras, este hecho descontroló y libero los demonios que de alguna forma estaba controlando, ya que este hombre había adoptado un comportamiento impulsivo en contra de los gatos negros, por ello toma consigo un hacha y dispuesto a quitarle la vida, levantó su brazo, apuntó a la cabeza del felino y cuando el hacha ya estaba en camino hacia la testa del gato apareció su mujer quien intervino en defensa de la mascota cogiéndolo del brazo y frenándolo al instante, pero el golpe no llegó al gato y este logro escabullirse, pero donde si llegó a golpear con toda su furia fue en la cabeza de su mujer, matándola en el acto. Consumado el crimen, trata todas las formas posibles de esconder el cadáver y borrar las evidencias que lo inculpen, es así que decide esconder el cadáver de su mujer tras una de las paredes del sótano de su casa. Cuando la policía se encontraba investigando la desaparición de la mujer, unos estruendosos maullidos se escucharon por dentro de los muros. Sin darse cuenta, había encerrado también al gato tras los muros, y este con sus maullidos de auxilio reveló el terrible crimen.

En este cuento el autor revela las consecuencias del alcoholismo, como es que el ser humano puede caer en decadencia producto de los vicios, pero también producto de sus traumas. Se puede develar también el contexto social de la época, ya que durante los años donde se ambienta este terrorífico relato estaba prácticamente normalizada la violencia contra la mujer, y que en cuanto a los animales, estos no gozaban con las protecciones legales que en la actualidad existen; es por ello que los maltratos que recibían tanto las mujeres como los animales eran vistos como actos normales y cotidianos; en la actualidad esto ha mejorado significativamente, tanto es así que se han establecido legislaciones que protegen a las mascotas para así contrarrestar esta problemática.

Asimismo vemos cómo es que su petofilia es exagerada, humanizando al gato y creyendo que este actúa como un ser racional que confabula en contra de él, y como es que a su vez quitaba a su propia especie este aspecto que nos diferencia de los otros animales; este desmedido apego hacia estos seres y por el contrario la repulsión hacia el hombre, se pueden extrapolar a pesar de la diferencia temporal y cultural a la actualidad, ya que en estas épocas existe un desmedido amor hacia los animales, un exagerado odio por la humanidad y un extraño y preocupante sentimiento de añoranza en cuanto a la muerte, tales características son muy similares si es que no iguales a las del protagonista e incluso a las de Edgar Allan Poe, quien dijo respecto a la muerte que esta exterioriza como un "delicioso descanso que nos espera en la tumba" (Camiruaga, 2016), esto se condice con lo que actualmente sucede en nuestra sociedad donde se ve a personas que se desviven por sus mascotas y que ven a la muerte como una esperanza de escape.

Podemos concluir que el “El gato negro” de Edgar Allan Poe, si bien es una historia de terror, nos lleva también a navegar por la compleja psique humana y cómo esta es capaz de impactar de manera muy similar a pesar de la diferencia de época en la sociedad; si bien la normalización de la violencia ha disminuido en gran medida, se observa que lo que aún persiste es el amor desmedido hacia las mascotas y que además se ha extendido en detrimento de nuestra sociedad, ya que se ve afectada la tasa de natalidad. Es muy interesante ver cómo, finalmente, este cuento termina siendo una especie de crítica social que nos hace notar que cada aparentemente pequeño y en teoría desligado aspecto de la vida particular de las personas termina siendo parte importante y muchas veces determinante en la sociedad en general.


Referencia:

Camiruaga, T. (2016). La muerte en Edgar Allan PoeLetralia Tierra de Letras. Mexico.
Poe, E. (1846). El Gato Negro. Imprenta Nacional, Editorial Digital



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